Un nuevo avance en el mundo de la ciencia lo han dado los científicos de la Universidad de Versalles en Sant Quentin en Yvelines, a través de diversos programas de reconstrucción retrospectiva, lograron darle rostro al hombre Cromañón.
El Cromañón, localizado en las cuevas de Eyzies en Francia, hace 27.860 años, ya cuenta con un rostro. Este logro de la ciencia fue posible gracias a la iniciativa de Phillippe Charlier, quien junto a su equipo, utilizó una serie de novedosas técnicas para lograrlo.
Investigaciones abiertas al público
Según lo publicado en la revista médica y científica The Lancet, a través de una serie de pruebas médicas y antropológicas, la realización de un estudio comparativo de los datos con las colecciones de referencia anatómica y patológica existentes. y utilizando un programa especial de reconstrucción de medicina forense se pudo formar el rostro, en un trabajo conjunto con el científico Philippe Froesch.
Durante los diversos análisis realizados al Cromañón, le hallaron varias zonas de erosión ósea de fácil reconocimiento en el cráneo, el conducto auditivo interno, la mandíbula y otros huesos largos del resto del esqueleto.
Luego de introducir una serie de datos patológicos y anatómicos en el programa, el rostro del Cromañón fue tomando forma. Para ello fue esencial, la utilización de un micro escáner CT, operado por el antropólogo del Museo del Hombre en París, Antoine Balzeu.
Tras la serie de estudios practicados, los científicos concluyeron que el hombre de Cromañón padecía la enfermedad de Recklinghausen o neurofibromatosis tipo 1, una afección de tipo genética, la cual consiste en el desarrollo de múltiples tumores benignos superficiales y profundos, que aquejaron a este hombre, que constituye el eslabón o pieza fundamental de la evolución del ser humano.
Es importante señalar que este es un primer paso, que sentará las nuevas bases para responder cientos de interrogantes sobre el desarrollo del ser humano.
