Amado Boudou no tardó en reaccionar ante la decisión de Alejandro Vandenbroele- señalado como el supuesto testaferro del ex vicepresidente- de solicitar entrar al Régimen de Testigos e imputados protegidos que depende del ministerio de Justicia de la Nación.
«No me importa» fue la respuesta de Boudou al enterarse de dicha noticia, cuando se comunicó con su abogado Eduardo Durañona desde la cárcel de Ezeiza para pedirle que le llevara algunos elementos personales.
La decisión de Vandenbro puede ser determinante en las causas en las que está acusado junto al ex vice K, quien jura no conocerlo a pesar de las pruebas que apuntan lo contrario.
En cambio, José María Núñez Carmona, socio de Boudou, también detenido y quien sí admite conocer a Vandenbroele, vio la noticia desde el penal, pero era algo «que se veía venir», señalaron desde su entorno.
Casi al mismo tiempo, los amigos y socios llamaron desde el penal en el que se encuentran internados a sus respectivos defensores legales. Boudou y Núñez Carmona fueron puestos a la orden de la justicia hace diez días, ambos imputados por el juez Ariel Lijo por los delitos de asociación ilícita y lavado de dinero en el marco de la causa por enriquicimiento ilícito.
Durante la conversación que sostuvo Boudou con su abogado tocaron el tema de Vandenbroele. Durañona comenzó diciendo: «Mirá, está pasando lo siguiente, Vandernbroele firmó el acta para ingresar al Régimen de testigo imputados protegidos, se arrepintió de hablar».
La respuesta del ex vice, según contaron a un conocido diario argentino, fue simple: «No me importa».De esta forma, buscó reducir el impacto que la indagatoria de su supuesto testaferro puede tener en la causa conocida como «Ciccone 2», donde se investiga la ruta del dinero, esto quiere decir que de dónde provinieron los fondos que permitieron el slvataje de la Calcográfia cuyo paquete accionario mayoritario quedó en manos de The Old Fund, compañía de Vandenbroele.