Una historia motivadora que enseña como los seres humanos pueden salvar vidas después de su vida, es la mejor forma de mostrar e ejemplo dado por una niña de 13 que donó sus órganos y salvó la vida de 5 niños y tres adultos, luego de partir de este mundo.
La pequeña de 13 años de edad y dueña de esta inspiradora historia es Jemima Layzell de Somerset en el reino Unido, quien falleció a consecuencia de un aneurisma cerebral.
La decisión de sus padres de ayudar a otros, sirvió para que los órganos de su pequeña hija, pudiesen prolongar la vida de otras personas, por ello fueron donados su corazón, páncreas, riñones, pulmones, hígado y el intestino delgado.
Vale resaltar que sus padres hicieron posible la petición de su hija a quien recuerdan como una persona compasiva, inteligente y creativa, resaltando que ella estaría muy orgullosa de su legado.
Es necesario indicar que en el mundo podrían salvarse cientos de vida, si existiesen mayores niveles de conciencia sobre la importancia de la donación de órganos de aquellas personas que fallecen y que pueden dar vida después de su vida.
Según la información suministrada por el Departamento de Sangre y Trasplantes del Servicio Británico de Salud, esta ha sido la primera ocasión en la que una persona puede salvar tantas vidas y ayudar a personas con un solo gesto.
La niñas Jemima sufrió un colapso cuando preparaba la celebración del cumpleaños número 38 de su mamá, fue llevada al hospital donde le diagnosticaron un aneurisma cerebral y cuatro días después murió en el hospital Bristol de Inglaterra, la decisión de donar ya la habían conversado semanas antes tras la muerte de una persona cercana, sus padres para apoyar este tipo de decisiones, crearon la Fundación en su nombre en la que promueven la importancia de la donación de órganos.
