El arribo del presidente de Francia, Emmanuel Macron, a la Argentina para participar del G-20 tuvo un desenlace inesperado. Cuando el mandatario y la primera dama bajaron del avión ningún funcionario argentino estaba allí para rendir los honores de costumbre.
A su vez, después de pasar la puerta de la aeronave, Macron y su esposa Brigitte se encontraron solamente con dos empleados del aeropuerto. El mandatario francés le hizo una pregunta a uno de los funcionarios, saludaron a ambos y comenzaron a bajar las escaleras.
Mientras bajaban, según registraron las cámaras de TN, el presidente de Francia levantaba la vista y miraba hacia el predio, para ver si se encontraba con alguien del equipo de Gobierno de Mauricio Macri, sin éxito.
De hecho, la pareja francesa saludó a un operario de pista del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y caminó por la alfombra roja hasta el auto oficial que los esperaba para trasladarlos a sus aposentos.
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Es peculiar la situación sobre todo porque Macron viene de enfrentar la protesta «de los chalecos amarillos» en su país, nombre que recibió el grupo que llena las calles francesas de protestas en reclamo del aumento de precios de la nafta.
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Michetti explicó la razón de su retaso ante Emmanuel Macron
En diálogo con TN Central, minutos más tarde, Michetti explicó el motivo de la demora. «Pasó algo raro ahí. Nosotros estábamos con una persona de protocolo de Cancillería y con el embajador de Francia y el vicecanciller. Nosotros teníamos que esperar que nos dijeran ‘ahora’, estaba todo cronometrado, en teoría. Y cuando nos dijeron ‘ahora’ vamos y cuando llegamos el presidente ya se estaba metiendo en el auto», sostuvo.
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Posteriormente, relató que le dio «consejos» al mandatario francés. «Le dije que esta cumbre es para los líderes. Que es muy importante que se concentren en propuestas para este planeta Tierra tan convulsionado. ‘Tomo los consejos’, me dijo», concluyó.
