El periodista Luis Ventura habló sobre su decisión de renunciar a la presidencia de la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (APTRA), la cual se hará efectiva después de la entrega de los premios Martín Fierro de Radio, el próximo 25 de noviembre en el Hotel Sheraton.
Ventura realizó el anuncio a través de su cuenta de Twitter este 9 de noviembre, dejando a varios sorprendidos con la decisión. Este domingo explicó las razones de su renuncia, además de revelar un inesperado gesto de Jorge Rial en el programa “Infama Recargado”.
Inició comentando “Estaba muy sensible, pasaron un montón de cosas por mi cabeza, por mi vida. Situaciones de mucha tensión y mucho estrés en la comunicación de las ternas. Después de contar las ternas siempre hay gente que está incómoda y llama, presiona, sugiere y trata de influir”.
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Luis Ventura agregó también “Me sentí solo, diría que defraudado, desencantado. Como cuando estás en un lugar y decís: ‘Se me terminaron las ganas’. En ese momento, en mi soledad, a lo mejor acelerado con toda la indignación que tenía encima, me salió eso y lo subí», continuó. «Mañana me voy a juntar con una persona que es como una suerte de gurú espiritual que en los momentos importantes de mi vida apareció para mostrarme la luz. Lo voy a ver porque se comunicó conmigo y creo que nos merecemos un encuentro y cambiar pareceres. A lo mejor hay cosas que no estoy viendo”.
Reveló también que varias personas del medio le escribieron preocupadas al asumir que el viaje a Luján era visitar la Basílica, cuando realmente fue para dirigir su equipo, Victoriano Arenas. Una de estas personas fue Jorge Rial.
Ante esto, Luis Ventura señaló “Después de cinco años, me mandó un mensaje de texto e interpretó que estaba pasando un momento espiritual complicado. Tuvimos una comunicación en buenos términos. Me pareció que había preocupación. Frente a eso vi el texto que escribí, porque uno a veces no sabe lo que le pasa al otro cuando escribe algo. A lo mejor di por entendidas ciertas cosas cuando dije que estaba manejando a Luján, ya que no comenté que iba a dirigir a mi equipo. Jorge pensó que iba a la iglesia para pensar».
