Mariana Fabbiani se caracteriza, desde el comienzo de su carrera, por su gran sentido del humor y su capacidad para tratar diferentes temas poniéndole siempre una sonrisa al espectador.
Intenta buscarle el costado más simpático de cualquier cuestión para no cargarse de mala energía a la casa del público. Sin embargo, a veces incluso ella se convierte en protagonista involuntaria de escándalos, y eso, precisamente, es lo que sucedió en su programa.
Todo comenzó cuando su invitada, la carismática Karina, La princesita, hizo fuertes revelaciones sobre su relación con el Kun Agüero, exmarido de Gianinna Maradona y jugador estrella del Manchester City.
“Sufrí un montón cuando me puse de novia en la última relación con Agüero. Eso de diferenciar y clasificar a las personas según la clase, eso a mí me dolía en su momento. Medio que me sigue pasando”.
La cantante recordó las críticas que tuvo que oír. A continuación le preguntó Pampito Perello si ella sentía que el medio le hacía eso. La compositora respondió con un contundente sí.
“¡Sí! Pero no eran cosas que yo creía. Eran muy explícitas: ‘gorda’, ‘grasa’, todas cosas horribles que yo decía: ‘¿por qué (me atacan así)?’. Ponele que yo fuese obesa, ¿cuál sería el problema si alguien se enamora?”.
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Karina, La princesita confesó su enojo por los comentarios sobre su peso
La diosa del Bailando razonó, sin ocultar su enojo ante lo que vivió que no se considera gorda y si así lo fuese no le ve problema alguno. “Como que vos no podías estar con el Kun, que en ese momento era tu pareja, eso era lo que decían”, le repreguntó Pampito.
Karina, La princesita respondió que no entendía lo que significaba eso de no tener clase. Reconoció que esos comentarios le hicieron daño porque en otros países no la conocen.
“Pero lo que se conozca de mí era que yo había estado con Diego, y después me puse de novia con… Para mí eso es muy grave, es muy fuerte, yo no soy así y me pareció totalmente injusto que por la mentira de gente por ahí no supo manejar su dolor se divulguen cosas que no son ciertas. Me parecía injusto y no me podía defender”.
