Justicia SA: Escándalos, intereses y condenas que no cierran

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ARGENTINA – Uno de los eternos casos es el de la AMIA, un atentado que en otro país demora apenas unos meses en ser resuelto o en dar con los principales responsables, pero que en Argentina se convierte en una película sin fin. Lo mismo ocurre con el caso Nisman. Hablamos de una instancia que en otro punto del planeta -aseguran los expertos- en algunas semanas es posible descifrar qué pasó y quién lo mató o si se suicidó.

Pero no, Argentina es un país aparte. Y en la provincias, nada cambia, o todo empeora.

Argentina está repleta de causas judiciales que impactaron al país por sus escándalos o por la gravedad de los hechos, que en más de una oportunidad, terminaron en otro conflicto aún mayor: decisiones y actuaciones de la Justicia que dejaron más de una duda. Y para repasar algunos ejemplos a lo largo y ancho del país. Y más si hablamos de abuso sexual.

Diario El Federal retoma un caso muy reciente:  El del intendente de Rio Grande Gustavo Melella, quien fue denunciado por exigir favores sexuales a cambio de dar empleo a trabajadores de la construcción. Si bien la Justicia por ahora actuó en consecuencia, las primeras quejas hacen hincapié en no tomar como prueba los audios de WhatsApp que divulgó Infobae, donde se escucha al jefe comunal pidiendo por sus “favores sexuales”.

Como mínimo, se espera la destitución del Intendente si es que la Justicia actúa como debe, aunque con el correr de los días el caso ya salió de los medios de comunicación masivos.

Un poco más al sur, dentro de Tierra del Fuego, llegamos a Ushuaia, otro caso que el equipo de investigaciones judiciales de Segundo Enfoque dio a conocer a raíz del caso Melella, la condena a un empresario acusado de abusar de dos menores de edad.

Sin embargo, lo que se pudo saber es que detrás del caso, hay mucha información que no fue tenida en cuenta al momento de sentarse en el banquillo de los acusados. Según se pudo saber, a Weiss le lo declararon culpable por mantener una relación sentimental con una chica menor de edad, que también reconoció la relación pero sin sometimiento sexual.

Condenado por una ciudad de pueblo chico pero infierno grande, Weiss no acudió a un prestigioso estudio de abogados de Buenos Aires, sino que prefirió quedar bajo resguardo del defensor oficial de turno.

Según se pudo saber de fuentes consultadas, Weiss nunca logró que la Justicia citara a declarar a sus familiares, su esposa, sobrino y hermana, quienes tenían para aportar información y desmentir las acusaciones en su contra tratándolo de “violador de menores”. Además, dueño de una distribuidora de bebidas y una concesionaria de autos 0KM Citroen, Weiss cree que personas poderosas de la provincia maniobraron para llevarlo a juicio, acusarlo de delitos que no cometió, y perder las representaciones comerciales del grupo PSA Peugeot Citroen en Ushuaia, precisamente, donde Grenoble SA -su concesionaria Citroen- era de las que más autos vendía.

El dueño de la distribuidora de bebidas hoy a la espera de la confirmación o no de la condena asegura tener más información que en el juicio no pudo dar a conocer.

Uno de entre tantos casos judiciales que, sólo en Argentina y países del tercer mundo, cuando llegan a su proceso final dejan más interrogantes que certezas.