Ya sea como consecuencia de una afección física o emocional, la depresión vaginal es una patología médica que debe tratarse a tiempo para que luego no se convierta en un problema crónico.
Conocida como vulvodinia o síndrome de vagina deprimida, esta enfermedad incide en el estado físico y emocional de las mujeres, quienes pueden padecer de depresión antes o después de desarrollar este trastorno.
El síndrome de la vagina deprimida, no es igual a la depresión pero trae consecuencias similares que deben ser tratadas por expertos, dado que las mujeres que atraviesan esta afección, pueden experimentar episodios de depresión que afectan directamente el desarrollo de su vida íntima.
La enfermedad es reconocida por los especialistas como vulvodinia que se caracteriza por un fuerte dolor que se localiza al frente de la vagina, justo en la entrada de la vulva.
Entre sus principales síntomas destaca el ardor, dolor e inflamación al tener sexo o luego de ello, así mismo, dificultades y ardor al orinar.
Entre las consecuencias emocionales puede decirse que afecta la vida sexual y produce complejos en las mujeres que tratan de evitar el contacto íntimo por miedo al dolor.
Según expertos, algunas pacientes manifiestan la molestia por unos 4 meses, de no ser tratado a tiempo, puede convertirse en algo crónico. Por lo general las pacientes deben acudir a la consulta con su ginecólogo de confianza para que sea este quien les recete la medicación y los ejercicios físicos, así mismo, se les recomienda acudir al psicólogo para conocer si hay algún tipo de síntoma emocional que haya acarreado el desarrollo de esta patología.
La enfermedad en cuestión es difícil de tratar ya que al no ser una infección, los antibióticos no marcan la diferencia, por ello los especialistas apuntan a tratamientos con antinflamatorios, adicional a ello, la vulvodinia debilita las paredes vaginales.
Entre las posibles causas destaca la depresión, la disfunción sexual, irritación nerviosa, alergias, cambios hormonales, infecciones vaginales y debilidad en el suelo pélvico. Por ello es recomendable acudir al médico para evitar el avance de la enfermedad que genera altos niveles de ansiedad y estrés en quien lo padece.