La mononucleosis infecciosa se trata de una enfermedad contagiosa que es muy común en la actual época de primavera. Es producida por el virus de la familia del herpes, el cual lleva por nombre Epstein-Barr (EBV), que recibe esa denominación por quienes lo descubrieron.
Esta enfermedad es más común entre los adolescentes y los adultos jóvenes, generalmente en edades comprendidas entre los 14 y 25 años aproximadamente. Este virus se transmite mediante la saliva, por lo que es conocida popularmente como «la enfermedad del beso» Lo curioso de esta enfermedad es que el contagio se produce. Esto lo que genera es que se puedan contagiar las personas con las que aún se mantenga un vínculo íntimo.
Este virus básicamente es transmitido de persona a persona mediante la saliva, la tos, catarro, o utensilios para comer o beber como son los cubiertos y los vasos. Por esta razón se recomienda siempre que se haga uso personal de este tipo de objetos y no compartirlos para evitar el contagio.
La mononucleosis se puede identificar como una patología de alta frecuencia y muy común entre todos los adultos, tanto que se afirma que casi todos los adultos la han padecido. De hecho, puedes haberla padecido sin darte cuenta ya que la sintomatología puede ser muy leve y pasar desapercibida.
Por otra parte, un dato importante sobre ella es que genera inmunidad luego de contraerla, por lo que es muy raro volver a padecerla en una segunda oportunidad.
Síntomas de la mononucleosis
Los síntomas de dicha enfermedad suelen aparecer a los días o semanas después de que el contagio ocurre, lo que nos hace inferir que es muy simuladora, y que es difícil que la enfermedad pueda dejarse pasar sin hacerse un diagnóstico con certeza.
En general, las señales de la mononucleosis son inexactos ya que la persona que la padece puede sentir solamente cansancio y agotamiento, luego fiebre, dolor de garganta que puede variar con la intensidad y ganglios linfáticos inflamados, especialmente los del cuello, pero puede ser en todo el cuerpo.
Por otro lado, se puede presentar dolencia abdominal, y cuando se hace la palpación abdominal se encuentra el bazo y el hígado aumentados de tamaño. De hecho, en ocasiones, el tamaño es tan grande que se puede palpar debajo de las costillas del lado izquierdo del abdomen.