Conocida como “Las Cinco Esquinas”, esta avenida engalana el barrio de Recoleta con sus comercios, confiterías y deliciosos restaurantes. Vecinos de la zona mencionan que es una calle larga que al pasar de los años tomó gran relevancia, hasta convertirse en una de las importantes arterias viales de la barriada.
Se encuentra ubicada a escasos 100 metros de la Basílica Nuestra Señora del Pilar y del Cementerio, con el pasar de los años, se ha convertido en un luar de reunión de diversas personalidades de interés local e internacional, el Bar la Biela, inaugurado en el año 1850 y ubicado en esta esquina, es considerado, un bar notable de la Ciudad, debido a su antigüedad y el acervo cultural e histórico en sus instalaciones. Por ello, intelectuales como Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo y hasta Jorge Luís Borges, pasaron por sus mesas.
Recorrer la avenida, es recorrer la historia y la belleza de este barrio, la avenida inicia en la intersección de las calles Libertad y Juncal. Este camino fue creado y permitía el acceso a los monjes recoletos, esta vía les servía para cortar camino, la calle se fue haciendo de forma desigual, porque cada vecino decidía donde instalar su cercado. En 1852, esta calle fue empedrada pero no de manera perfecta.
Siglos de historia
En el siglo XIX , en dos manzanas de esta avenida reencontraba la residencia de Martín de Elordi, historiadores revelan que un grupo de ladrones planificaron un asalto en 1818, la información se filtró y por ello el Sargento Rafael Alcaraz, les hizo una emboscada a los criminales, asesinando al cabecilla y ahorcando al resto de la banda en una árbol de dicha residencia.
En 1869, con el inicio de las labores de Tranvías de Buenos Aires, el acceso sólo era posible para coches fúnebres tirados por caballos hasta el Cementerio del Norte, debido a los estrecho de la vía. En el año 1880, aRecoleta vinieron nuevos aires, con construcciones que le dieron nueva vida a la zona, entre ellas, la construcción de la avenida Alvear, Luego de 1930, los lugares sencillo, fueron reemplazados por majestuosas edificaciones, que son el rostro de lo que hoy, es la luminosa avenida Quintana.